martes, 17 de octubre de 2017
Hace 168 años moría Federico Chopin
Nació el 1 de marzo de 1810 en Zelazowa Wola, cerca de Varsovia, en una bonita casa burguesa que pertenecía al Conde Skarbek. El padre del músico polaco, Nicolas Chopin, de origen francés, era su administrador y se casó con la dama de compañía de la Condensa, Tekla Justyna Krzyzanowska. Fue el segundo de los cuatro hijos del matrimonio. Casi exactamente contemporáneo de Mendelssohn, de Schumann y de Liszt. Se inició en el estudio del piano a los cuatro años y a los ocho ya ofrecía un concierto privado en Varsovia. Más adelante realizó estudios de armonía y contrapunto en el conservatorio de su ciudad. Su primera obra publicada data de 1817. Dio sus primeros conciertos el año 1829, en la ciudad de Viena. El 1 de noviembre de 1830, apenas un mes antes de la insurrección polaca, deja Varsovia, nunca más volverá a su patria. A partir de 1831 vivió en París, donde trabajó como profesor, pianista y compositor. Entre su círculo de amistades se encuentran Liszt, Berlioz, Rossini, Bellini o Mendelssohn. Entre 1834 y 1835 viaja por Renania, Checoslovaquia y Alemania. Pretende sin éxito, la mano de la joven María Wodzinska. En 1836 tiene su primer encuentro en París con Aurore Dudevant, escritora francesa seis años mayor que él y más conocida por su seudónimo, George Sand, relación que marcará los últimos años de su vida. Prácticamente todas sus composiciones son para piano. Aunque expatriado, siempre fue leal a Polonia, un país desgarrado por las guerras; sus mazurcas reflejan los ritmos y melodías del folclore polaco. Su música se caracteriza por las dulces y originales melodías, las refinadas armonías, los ritmos delicados y la belleza poética. Chopin elevó la mazurca (escribió 60) y la polonesa (13) a la categoría de música de concierto. Las fuentes del compositor fueron su propia vida y la trágica historia de su país. Influyó notablemente sobre otros compositores, como el pianista y compositor Franz Liszt y el compositor francés Claude Debussy. Sus obras publicadas incluyen 55 mazurcas, 27 estudios, 24 preludios, 19 nocturnos, 13 polonesas y 3 sonatas para piano. Entre otras composiciones destacan los Conciertos de juventud, en mi menor y fa menor opus 11 y opus 21, respectivamente, así como una sonata para violonchelo y piano y 17 canciones. En 1838 cayó enfermó de tuberculosis y se trasladó junto a Sand a la isla de Mallorca buscando un clima reparador: no pudo ser, les tocó un invierno lluvioso y frío. De Mallorca la Sand dejó «Un invierno en Mallorca», y Chopin sus Preludios. Allí, en la cartuja de Valldemosa, Sand lo atendió en su enfermedad hasta que las continuas disputas entre los dos condujeron a su ruptura el año 1847. A partir de entonces su actividad concertística se limitó a varios recitales en Francia, Escocia y Gran Bretaña. Según testimonio de Sand y algunas de las cartas del mismo Chopin, entre otros documentos de la época el compositor reconocía que padecía de alucinaciones. En medio de una sonata en un salón privado inglés en 1848, se había visto obligado a salir de la sala para recuperarse de la visión de las criaturas que salían de su piano. El láudano a base de opio que Chopin consumía es una de las posibles explicaciones de sus alucinaciones. Frédéric Chopin falleció en el número 12 de la Place Vendòme de París, el 17 de octubre de 1849, víctima de la tuberculosis. Fue enterrado en el cementerio parisiense de Père-Lachaise. Acatando el deseo de Chopin, su corazón reposa en Varsovia, en la Iglesia de la Santa Cruz. A 165 años de la muerte del pianista, expertos médicos anunciaron que tras el estudio de su corazón, corroboraron que su deceso fue provocado por la tuberculosis. De acuerdo con información difundida el corazón es mucho más amplio de lo normal, lo que sugiere otra enfermedad pulmonar, además de la tuberculosis.
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