domingo, 21 de julio de 2019

Palabras exactas y eternas



“Polonia fue independiente en 1918 porque sus gobernantes renunciaron a sus intereses personales”

Con motivo del aniversario de la independencia de Polonia, la profesora Anna Dulska ha repasado los últimos cien años de Polonia en un seminario organizado por el Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE) de la Universidad de Navarra ( España ). En su intervención, ha recordado que sus artífices “supieron renunciar a sus propios intereses para crear la Polonia independiente”.

Investigadora del Instituto de Cultura y Sociedad (ICS), Dulska ha explicado que la independencia de Polonia fue posible porque hombres de diversas tendencias ideológicas, e incluso con dedicaciones varias –uno de ellos fue el pianista Paderewski, que realizó una excelente labor de diplomacia-, pusieron por encima de sus objetivos partidistas el anhelo de que su patria recuperara las instituciones y libertades perdidas.

El 11 de noviembre de 1918, a raíz del armisticio que dió fin a la Primera Guerra Mundial, los polacos recuperaron su Estado propio, que les había sido arrebatado en 1795. Polonia, sujeta a tres particiones, situada en medio de las ambiciones de los imperios que la rodeaban (Rusia, Alemania, Austria-Hungría), había esperado más de un siglo para volver a ser independiente.

Desde 1918, el país se vio envuelto en una guerra frente a Rusia (1919-1921), la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y una dominación, la soviética. “Durante cincuenta años de estos cien no sé si podemos hablar de una Polonia independiente”, ha afirmado. Pero la guerra y las invasiones no ahogaron el patriotismo polaco. Como ejemplo de resistencia, Anna Dulska, que ha comisariado recientemente una exposición acerca de la radio en Polonia, ha recordado el papel que jugó este medio de comunicación para crear comunidad y divulgar la independencia frente al dominio totalitario. En esta línea, fue muy relevante el discurso de Józef Beck, que en mayo de 1939, ante el ultimátum de Hitler a Polonia, declaró que no podía haber paz a cualquier precio. También fue histórica la estadounidense “Radio Europa Libre”, que llegó clandestinamente a los hogares polacos durante la ocupación soviética.

Dulska también ha repasado en el seminario del GIHRE la geografía polaca. Debe tenerse en cuenta que el mapa de Polonia, situada en una zona de fricción entre imperios, ha sufrido cambios territoriales significativos a lo largo del siglo XX. La investigadora ha recordado, por ejemplo, que el pacto Molotov-Von Ribbentrop (1939), ministros de Asuntos Exteriores de la URSS y Alemania, ha sido considerado una cuarta partición, comparable con las que sufrió Polonia en el siglo XVIII. También la propia población polaca se ha visto trasladada u obligada a la migración en varias ocasiones a lo largo del siglo pasado, víctima de la guerra o los repartos de tierras.

Natural de Polonia, la profesora ha animado a mantener viva la memoria del éxito polaco así como las muchas dificultades atravesadas por su país, en especial desde 1918, fecha que ha conmemorado el GIHRE en su seminario. Se da la circunstancia, además, de que se cumplen también cuarenta años desde que el 16 de octubre de 1978 un polaco, Karol Wojtyla, fuera elegido Papa. El mismo día una escaladora polaca, Wanda Rutkiewicz, fue la primera europea en llegar a la cumbre del Everest. Y unos meses antes, en junio de 1978, Mirosław Hermaszewski, se había convertido en el primer cosmonauta polaco, circunstancia que ha llevado a plantear en el seminario quién llegó, en realidad, más alto aquel año.

La esencia de sus palabras, deben servir a toda Polonia y sus hijos, dentro del territorio de la Madre Patria y a todos los que están fuera de ella, a sus instituciones y dirigentes, porque alli está el éxito.